“Habrá un consejo nacional para lograr las alianzas y los consensos en salud”.
En su primera visita a la sede de la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA), el Ministro de Salud de la Nación, Dr. Jorge Lemus, manifestó que “se creará un consejo nacional en salud y la Confederación Médica, como el resto de las entidades del sector, serán las primeras convocadas en participar”.
El Dr. Jorge Lemus tiene su propia página de Internet donde se lee (y se “vende”) casi lo mismo que en la Wikipedia.
Lamentablemente, no tiene cuenta de Twitter como todos los demás funcionarios del Gobierno de Mauricio Macri, desde donde por lo menos su Social Media Manager lo pueda tener informado de las cosas relevantes que debería tener en cuenta o de las felicitaciones, comentarios, elogios o críticas que todo funcionario que se considera a sí mismo un buen demócrata puede y debe recibir. En todo caso podría limitarse a leer lo que le escriben usuarios de Twitter que usan su nombre y apellido reales y son fácilmente localizables (como es mi caso) para responderles, debatir o, si quiere, demandarlos judicialmente.
Lemus fue contundente en su discurso ante la COMRA: “Estamos trayendo un proyecto de cambio”, y comentó que “el primer objetivo a superar es la segmentación del sistema, queremos que cada ciudadano tenga un documento nacional de salud que identifique su cobertura, es decir, que los ciudadanos no sean anónimos para el sistema de salud”.
En cuanto a los programas de salud, “trataremos de integrarlos y que no sean planes verticales, sino complementarios”. Y agregó: “Sabemos que la estrategia de Atención Primaria de la Salud es el eje de los sistemas de salud a nivel mundial, y la calidad es fundamental. Sin calidad, no hay equidad, por este motivo tenemos un camino importante en la certificación, acreditación y recertificación. Los cambios en el modelo de gestión son fundamentales, hay que abordar las redes integradas de servicios sanitarios”.
En este contexto, también se refirió a la creación de una agencia nacional de evaluación de tecnologías en salud : “Es un proyecto, tenemos la ANMAT, pero en esta agencia nos abocaremos a la evaluación de procedimientos médicos, esto va en camino a tener un PMO (Programa Médico Obligatorio) basado en Evidencias”, y aclaró que “la judicialización indebida puede acabar con el sistema de salud, esta agencia a partir del trabajo con los jueces, ayudará a evitar la litigiosidad indebida”.
Con respecto a la situación de los médicos, manifestó que el sistema de salud es recurso-humano dependiente, el mismo debe estar capacitado y tener los incentivos necesarios: “La política de recursos humanos estará dirigida a la formación y distribución del mismo, hay que darle un incentivo a los profesionales para su formación. La certificación y recertificación tienen que ser apoyadas, y el médico debe estar incentivado para hacerlo. Estamos detrás de un abordaje serio del recurso humano que lo queremos consensuar con todas las entidades médicas. Va a haber un consejo nacional de salud para lograr las alianzas y los consensos, y la COMRA va a ser la primera invitada a participar. Estamos decididos a tener políticas de Estado que nos permitan optimizar, mejorar e integrar el sistema de salud de la República Argentina. Primero, nos vamos a abocar a la reorganización del sistema de salud argentino con la colaboración de todas las provincias. Uno de los grandes problemas que urgentemente tenemos que resolver es la segmentación y la fragmentación del sistema de salud argentino que son los responsables de que tengamos todavía un sistema de salud que no provee accesibilidad, calidad, ni equidad a pesar de que el porcentaje del PBI en salud es bastante importante en comparación con otros países. Habrá un sistema mixto, integrado y con competencias reguladas. Para lograr este objetivo se desarrollarán una serie de estrategias como la organización de una cobertura universal de salud; la promoción, el fortalecimiento, extensión y aseguramiento de la estrategia de Atención Primaria de Salud; la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud para evaluar drogas, aparatos, procedimientos y la aplicación de las nuevas tecnologías; el desarrollo de redes integradas de servicios de salud y de las tecnologías de la información y la comunicación en salud. Además de realizar análisis y cambios en los modelos de atención, financiamiento y gestión sanitarias; el aseguramiento de la calidad y de los recursos humanos en salud y el abordaje intersectorial de los determinantes de salud. Los instrumentos para desarrollar estas estrategias serán el diálogo, el consenso y las alianzas estratégicas».
Con el debido respeto a su digna investidura, Dr. Lemus, me gustaría recordarle lo siguiente:
La autorización para vender medicamentos, controlar su uso y autorizar ensayo de nuevos medicamentos en Argentina depende de la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica, ANMAT, un organismo que depende de Usted y del cual depende, a su vez, el Instituto Nacional de Medicamentos, INAME.
Las decisiones de la ANMAT pueden suponer ganancias o pérdidas por cientos o miles de millones de dólares para las empresas farmacéuticas nacionales y multinacionales, de modo que el cargo de Director de esa institución está sujeto a muchas presiones y en 2014 se destituyó al interventor por fuertes sospechas de favorecer a las empresas multinacionales, alargando los plazos de aprobación para los medicamentos de las nacionales. El tema fue mencionado por la misma expresidente en la apertura del año legislativo 2014.
Ese interventor destituido fue redesignado en el cargo por Usted, entre otras razones porque había ganado ese cargo por concurso, poco antes de ser destituido. El segundo en el concurso, quien dirigía el INAME, murió pocos meses después. Según su familia por estrés.
Su predecesor en el cargo, habiendo asumido a inicios de 2015, designó a una persona de su confianza en la ANMAT y a su propia esposa como Directora del INAME, que debió renunciar en forma escandalosa.
El concurso ganado por el actual Interventor fue de tipo “cerrado”, es decir limitado al personal del Ministerio de Salud Pública de la Nación. Es claro que esto limita mucho los postulantes, lo cual me parece un error, pues el cargo debería estar abierto a cualquier profesional idóneo para esa función. De hecho hubo sólo tres postulantes, el interventor, el director del INAME y otra profesional que salió tercera en el concurso, y fue designada director del INAME.
Dr. Lemus, la lucha contra el poder de lobby de las multinacionales de medicamentos debe ser uno de los ejes de su gestión.
Es claro que los abusos de estas empresas son más que conocidos, pero de ellas depende la innovación terapéutica, pues son las únicas que tienen los recursos necesarios para desarrollarlos y luego comercializarlos, siendo la única esperanza de las demás empresas, sobre todo de las empresas nacionales que deben esperar que venzan las patentes para poder producirlos a menor costo. Por eso estas empresas corren una carrera contra el tiempo para sacar al mercado un producto mejor, antes que venza la patente del anterior, y de este modo volver a estar en la punta de las ventas, existiendo muchos trucos posibles para dar la impresión de que un producto ligeramente modificado es nuevo.
Los mejores científicos formados en las universidades públicas y los trabajos de investigación básica que ellos realizan son aprovechados por las empresas para reclutarlos y desarrollar nuevos medicamentos, emprendimientos siempre riesgosos porque la mayoría de los nuevos medicamentos potenciales no son útiles y, salvo que se les encuentre otro uso, como en el caso del Viagra, sólo significan cientos de millones de dólares de pérdidas, que quizás se exageran para justificar los precios de los medicamentos realmente útiles, que deben amortizarlas.
El gasto en medicamentos en Argentina es enorme, varias veces más que en Europa para dar una cifra comparativa. Eso ocurre tanto de los precios como su uso excesivo, influido por la publicidad, al extremo de que hace pocos meses se amenazó con retirar la matrícula a los médicos que no cumpliesen con la legislación nacional que obliga a recetar por nombre genérico, de modo que el paciente en la farmacia tenga la opción de comprar un “genérico”, generalmente mucho más barato, que un producto comercial de marca.
Pero, en caso de enfermedad grave, los medicamentos para el cáncer por ejemplo: ¿Quién usaría un “genérico”?. Estos medicamentos son generalmente los más costosos, y la calidad de los genéricos siempre está puesta en duda. Y con mucha razón.
Recuerde que el uso de medicamentos genéricos fue promovido por el exministro nacional de salud 2002-2007, Ginés González García (SU Mentor), quien dejó el cargo acusado, entre otras cosas, de complicidad con los fabricantes de medicamentos genéricos, en tanto que su sucesora trató de impulsar la producción pública de medicamentos genéricos, proyecto que fue cajoneado por su sucesor, entre 2009 y 2014, para ser retomado por el último ministro, que estuvo menos de un año.
El comercio de medicamentos y el de las drogas necesarias para producirlos son la misma cosa, como en el caso de la efedrina que se importó en los últimos años cien veces más de la necesaria para medicamentos, para ser desviada a la síntesis de drogas, lo que motivó el triple crimen de General Rodríguez y la fuga de los asesinos de una cárcel de máxima seguridad.
La industria farmacéutica, por las razones anteriores, es generalmente generosa con los partidos políticos en épocas electorales, y esto también salió a luz cuando el triple crimen de la efedrina en relación a las elecciones de 2011.
También es más que generosa con los Ministros de Salud mientras ejercen el cargo, obviamente.
Por todas las razones anteriores espero que a la brevedad posible se llame a un concurso abierto, con las máximas garantías posibles, para dirigir la ANMAT, y que el cargo sea suficientemente remunerado como para atraer a los mejores candidatos, ya que un truco común de los concursos es ofrecer salarios iniciales tan bajos que desalientan a todo el mundo, aunque luego el salario final (dependiendo del libre arbitrio de los jefes) puede ser diez veces o más en base a bonificaciones ad-hoc, algo que es común en el mundo universitario.
Si la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud va a ser semejante a la que Usted usaba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde ingresaban miles de pedidos de Directores y Servicios de Hospitales que eran revisados por tres médicos jubilados o a punto de jubilarse y cuyo Dictamen final se basaba en una rápida búsqueda en la página de la ANMAT y en una corta Revisión en Cochrane, no le veo mucho futuro a lo que prometió.
Nuevamente, con el debido respeto, Dr. Lemus, le confieso que hasta ahora no he visto nada de lo que prometió. Solamente lo contrario.
Es más, he considerado que el estar sentado todo el tiempo en una cómoda y muy bien climatizada oficina del Ministerio de Salud de la Nación es perjudicial para la Salud … de todo el Pueblo Argentino.
La Salud de la Población de cualquier país del mundo no se maneja a control remoto, como en un televisor, donde Usted ve y mira lo que quiere.
Hay miles de canales. A la mayoría de los televidentes no le gusta lo que a Usted sí.
Personalmente, no he visto en acción nada de lo que prometió, por lo que sugiero al Sr. Presidente de la Nación que designe como próximo Ministro de Salud Pública de la Nación al ganador de un Concurso Público Abierto de Antecedentes y Oposición.
Con un nuevo pedido de disculpas a su persona e investidura, Dr. Lemus, le digo:
Le queda grande el cargo, Sr. Ministro.
Pero, como aún faltan algunos días para que concluya su primer año de desempeño en el cargo, esperaré los informes de las Auditorías Externas Internacionales Independientes sobre su gestión y, en el caso de ser yo el equivocado, voy a ser el primero en pedirle disculpas públicamente, retractarme de lo que he escrito y enseñarle gratis cómo se puede controlar el Chagas en la Argentina, hasta que aprenda. Lamento decirle que para eso deberá abandonar su cómodo y lujoso despacho para venir conmigo a embarrarse sus lujosos zapatos, tal como yo embarro mis botas, borceguíes o zapatillas todos los días. Traiga mucho Off, porque se acordó tarde de ese tema también y le rompió el récord de casos de Dengue a Ocaña por lejos.